viernes, 17 de febrero de 2017


JHACHA  Q'ANA


JHACHA Q'ANA O CRUZ ANDINA Y SÍMBOLO KATARISTA



      TEORIA DE LOS EJES SOCIALES

Documento: Bases y Principios del MRTKL

Mayo 1985

Adaptaciones
Junio 1987.
  
Cuadernillos de Formación: CENTRO MARKA
 


P R E A M B U L O


En el mes de abril de 1985, se hace pú­blico el documento sobre la "Teoría de los Ejes Sociales", Este escrito es histórico, pues contiene una nueva interpretación de la realidad de nues­tro país; es una visión clara y real, vista con ojos propios del oprimido. Y sale precisamente en circunstancias en que los proyectos de la izquierda tradicional han fracasado; por eso con­sideramos este documento, como una res­puesta objetiva y oportuna a la proble­mática nacional.


Ponemos a consideración del participan­te, en forma de folleto, para su dis­cusión y análisis crítico.

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TEORÍA DE LOS EJES SOCIALES

Orígenes de la realidad actual del país

La ruptura de las estructuras sociales incaicas, constituye todavía en el presente el peor lastre que arrastra nuestro pueblo. El carácter de las estructuras sociales impuestas fueron determina­das por el sistema semifeudal español y,-el .sis­tema capitalista naciente en Europa sobre la ba­se de la deformación de las formas sociales pro­pias del mundo andino. Desde entonces, hemos vi­vido el proceso de desarrollo de estas estructu­ras y sus adaptaciones a los cambios en los sis­temas de dominación hegemónica en el mundo.

Nuestro país ha sido manejado con la más extre­ma irresponsabilidad y el mayor desprecio.  El coloniaje ha generado una estructura social ab­surda y antisocial. Nos referimos al dominio y control casi total que ejerce sobre el país el eje social colonial (minoritario y apéndice del sistema capitalista internacional) mientras que el eje social nacional sólo tiene acceso a   un control marginal y desperdigado, a pesar de ser la mayoría social del país. Esta estructura se hace más grave porque entre estos ejes sociales, 'hay diferencias de civilización y nacionalidad, además de que son polos opuestos en cuanto a condiciones socioeconómica.

Desde fines del siglo pasado se impone en el país una economía capitalista, la de enclave minero. Se somete a la economía agropecuaria (la hacienda, co­munidades y pequeños productores individuales) a una condición secundaria como mera fuente de mano de obra y alimentos baratos. El nivel de desarro­llo de las fuerzas productivas se mantiene esta­cionario; mientras que la gran mayoría de la población del país es marginada a condiciones de to­tal atraso. El sector capitalista de enclave, que podía ser factor de dinámica de toda la sociedad, no pasa de generar un pequeño mercado interno, en­tre los grupos privilegiados, que nutren su moder­nismo consumista a través de importaciones de alto costo para el país. La burguesía se internacionaliza y exporta el producto del saqueo de nuestros recursos naturales.

Hoy, ante la quiebra del país; ante la posibilidad de perder su principal negocio (el saqueo de la economía nacional), el eje social colonial pretende reeditar su proyecto de manipulación, lanzando al país a manos de la burguesía transnacional y cede sus derechos de gobierno a organismos " técnicos " de la misma. Total, luego de romper el cántaro, acon­gojados van a refugiarse en los brazos de sus tutores; para que estos le rehabiliten el negocio.

La izquierda oligárquica por su lado, a través de sus dirigentes y élites del eje social colonial ha conducido irresponsablemente al movimiento popular. En los últimos cuatro años, obreros, campesinos y otros sectores sociales hemos retrocedido en lugar de avanzar. Sin embargo estas crisis han posibilitado un avance en el eje social nacional. Avance que nos permite proyectar nuestra liberación y de­sarrollo, con fuerza y sentidos propios.

Causas estructurales

Los acontecimientos sociales tienen diversos fac­tores causales. Se diferencian en la dimensión en que determinan la realidad social. En ésta, existen conjuntos de factores causales que componen la matriz que fija posibilidades y límites a los acon­tecimientos sociales. Estos conjuntos de factores causales conforman la dimensión estructural de una sociedad. Posibilidades y límites, esas son las formas de determinación de las estructuras socia­les sobre los acontecimientos; sean estos acciden­tales o, también estructurales. Los diversos conjuntos de factores estructurales tienen también diverso peso específico como causas u origen de la realidad social. En el caso de nuestro país, ubi­camos tres conjuntos estructurales:

1. Estructura social básica - cultural
2. Estructura socio-económica
3. Estructura socio-política

La estructura social básica

 

Para empezar exponemos el cuadro esquemático de esta dimensión estructural:


El eje social es un conjunto de la realidad social definida por la combinación de dos factores:

1) La  identidad nacional - cultural
2) La identidad de condición económico - so­cial.

En el país existen dos ejes sociales en los que se agrupan diversidad individuos asimilados por una parte y diferenciados por otra, por dos tipos de condiciones básicas.
La existencia de estos dos ejes sociales ha sido constante desde los tiempos de la colonia. Su de­finición inicial y básica fue de tipo nacional - cultural; y ha persistido en su carácter hasta el presente. En cambio las condiciones económicas han sufrido cambios diversos. Aunque sin salir de los marcos definidos por la polarización; pobres y ricos, explotados y explotadores. Las condiciones económico-sociales influyen en las condicio­nes nacionales; y estos en las otras. De ese modo dan existencia a los ejes sociales como realida­des básicas del país.
 

La presencia de naciones y culturas tiene distinta importancia dentro de cada eje social. Im­portancia definida por cuantía demográfica e in­flujo de la personalidad nacional y cultural. En el cuadro hemos establecido una jerarquía de acuerdo a ese criterio. Cabe notar que esta tabla jerárquica tuvo cambios importantes en el curso de la historia.

De igual modo las clases sociales tienen distinta importancia definida por cuantía e influjo de la personalidad de clase. En el cuadro se expone las clases según su orden de importancia. (Cuadro 1)

El pertenecer a un eje social hace que cada individuo tenga un marco de posibilidad y condiciones básicas, dentro del cual se dará su accionar en todos los niveles  del quehacer humano salvo excepciones.

La estructura socio-económica

Empecemos exponiendo el cuadro esquemático de es­ta dimensión estructural:

Denominamos esfera socio-económica a un complejo definido por un sistema de producción. Sistema determinado por el carácter de sus fuerzas productivas y la racionalidad inherente al sentido del complejo de la realidad socio-económica del país consistente,  entre otras cosas, en la coexistencia de distintas esferas socio-económicas, y dentro de estas de distintos sectores. Co­existencia apenas sostenida por factores extra-económicos con el ESN y ESC, para mostrar el engranaje que une a los ejes y a la realidad econó­mica. Este cuadro debe ser aclarado con otro ana­lítico, donde se muestran los caracteres especí­ficos de cada sector y esfera; así cono sus áreas de actividad económica.

Tendremos una visión cabal de la economía del país, si además establécenos el carácter del sis­tema capitalista mundial dentro de cuya área  de influencia estamos y del cual somos un componente marginal y dependiente.

En esta visión elemental de la estructura econó­mica del país, debemos referirnos a la dinámica que entrelaza a los diversos sectores y esferas, y al conjunto de la economía mundial. La esfera colonial moderna es una combinación de las formas capitalista y estatal. Combinación que transfor­ma las características típicas y predeterminadas de cada una. De este modo, el sector capitalista carece de racionalidad propiamente capitalista; mientras que el sector estatal carece casi por completo de racionalidad económica. El sector ca­pitalista, la empresa capitalista, se ha trans­formado (en la mayoría de los casos) en mero ins­trumento de saqueo de la economía estatal; dejando a un segundo plano su propia lógica empresa­rial. La condición parasitaria del sector capi­talista tiene como su principal recurso el control que los grupos oligárquicos ejercen so­bre el Estado. De este modo, con métodos legales e ilegales el sector estatal se ha convertido en simple fuente de ganancias ilícitas para la burguesía aliada de la oligarquía. Sin embargo los recursos que se saquean al Estado, no van alimentar una hipotética acumulación en el sector capitalista, antes, al contrario, se pierden en el consumismo suntuoso del ESC y exportación de capitales hacia los países centrales del sistema capitalista. El sector capitalista carece pues de dinámica capitalista. Estos negativos caracteres le devienen de condiciones estructurales como la presencia de  un sector estatal en expansión, la estreches de mercado interno, la marginalidad del país respecto a los circuitos económicos internacionales; las limitaciones de la infraestructura física, el rechazo social y estatal a este modo de producción, la ausencia de capacidad empresarial en los grupos del criollaje, la explotación y opresión que sufren los sectores precapitalistas y campesinos (hechos que niegan su desarrollo), el efecto distorsionador del sec­tor estatal, paternalista y corruptor; así como la dependencia del sistema capitalista mundial, que nos somete a condiciones cada vez más duras en el comercio, la transferencia de tecnología y los créditos, fomentando además, la fuga de los excedentes que generamos. El Sector estatal de la esfera colonial - moderna, constituye el ámbito dominante, y su acción afecta no sólo   al sector capitalista; sino también a toda la eco­nomía del país. Como dijimos, la economía del sector estatal carece de racionalidad. Su funcionamiento real es ajeno a los roles que para él se ha definido (incluimos en estas consideraciones la administración publica así como a las empresas del Estado). Por encima de las funcio­nes definidas y cada una de las instituciones estatales, se ha establecido una mezcla de fun­ciones, que corresponde a intereses circunstan­ciales de individuos y grupos. Los que forman centros de presión y poder entre la masa, de formas de interacción social, que en la mayoría de los casos son supervivencias del feudalismo altoperuano (que no termina de mo­rir). De ahí que el sector estatal se mueve en total incoherencia, desperdigada en una enorme variedad de sentidos, funciones y objetivos; to­dos ajenos a los intereses económicos y socia­les para los que fue creado. En   estas con­diciones es fácil víctima de las tácticas  de saqueo que organizan los grupos oligárquicos aliados con la burguesía. El nivel de esta situación es tan grave, que hoy sufrimos su fatal herencia de crisis, inflación, deuda externa, co­rrupción de la moral social y pobreza extrema para la mayoría de los bolivianos.

El origen de esta grave distorsión que sufre el sector estatal, está en la impunidad con que actúa el criollaje a falta del control social que de­bería ejercer el ESN. Esta impunidad, unida a las ambiciones e influjo de la burguesía, a la falta de definición de las responsabilidades en el manejo de las empresas del Estado (propio de los países atrazados donde se ha dado esta forma estatal de economía), ha hecho que el sector es­tatal se convierta en un verdadero mecanismo de autodestrucción. Según datos, de 1975, gastaba alrededor del 50 %  de los recursos del país y sólo producía el 20%    del Producto Interno bruto.

La esfera económica precapitalista que sí muestra vitalidad sufre los efectos del absurdo económico que constituye la esfera colonial moderna;   subsistiendo en un ambiente de crisis permanente que le obliga a condiciones cada vez más duras, carece de mecanismos de captación de ahorro y crédito; así como la asistencia tecnológica (las instituciones estatales de fomento son totalmente inope­rantes); lo anterior unido a sus bajos niveles de productividad y las deficiencias de administración no le permite asumir el rumbo de su desarro­llo; mas aún, en esta etapa aguda de crisis. El principal componente del ámbito precapitalista es el comercial; que es donde el bajo nivel de re­cursos de amplias capas de nuestra población pue­de encontrar mayores y más simples formas de ope­ración, aunque las ganancias sean realmente míni­mas.

En el ámbito de la esfera socioeconómica campesina, que incluye, a la mayor parte de la población del país; se da también una situación negativa. Definida por el poco desarrollo de las fuerzas productivas y la participación en un mercado distorsionado por los intereses de las clases do­minantes de la esfera colonial moderna: Distor­sión Que se efectúa a través de mecanismos de política económica (lista de precios de productos agropecuarios), fuerza pública (policía, jueces, etc.) y por los mecanismos de presión cultural que hacen que los comerciantes (y otros intermediarios) obliguen a los campesinos a enajenar sus produc­tos a precios bajos y a comprar sus requerimien­tos a precios cada vez mas altos. A esto se suma la ausencia de una racionalidad semejante a la que guía a los demás sectores (la relación costos precios-beneficios).

Pues, el agricultor campesino, en la mayor parte de los casos mantiene sus operaciones aún cuando la relación costos-precios, está constantemente al borde del déficit. De ese modo se puede hablar de una verdadera subvención de los agricultores campesinos a los sectores estatal y capitalista. Sectores que no han avanzado en los ámbitos de la producción agropecuaria de las zonas tradicionales, porque los precios habituales jamás costearían sus costos de producción ni sus ganancias. Mas económico les resulta imponer precios bajos a los productos campesinos y así pagar bajos salarios a los trabajadores; de que modo pueden mantener bajo sus costos de producción consiguientemente altas sus ganancias.

Del conjunto de las articulaciones de los distintos sectores y esferas de la economía del país, la más beneficiada parece ser la esfera colonial criolla y particularmente el sector capitalista. Es conveniente. Es conveniente aclarar que si bien los beneficios se cuentan en estos ámbitos; estos no favorecen a estas estructuras económicas, si­no al criollaje en función de burguesía u oligarquía. Mientras que estos grupos privilegiados se enriquecen cada vez más internacionalizando incluso sus posesiones; los sectores estatal y capitalista (como estructura económica) se ven cada vez más en crisis y desintegración. 

La economía del país participa del sistema capita­lista mundial, al servicio de éste y sus centros de acumulación.  Dependemos de su dinámica; su­friendo sus etapas de crisis, sin por eso beneficiarnos con las fases de reactivación. La división internacional del trabajo, que nos asigna un rol determinado, la define el sector capitalista sin mayor participación nuestra. Asistimos a un mercado mundial cohesionado  a favor de las econo­mías que controlan el sistema. Dependemos de  las transferencias de tecnología y recursos financieros. Los que se efectúan siempre bajo los intere­ses del sistema y sin hacer mayor caso de nuestras necesidades. Sin embargo, no se puede sostener que todo lo haya determinado el sistema capitalista mundial. Porque en la suerte que ha corrido el país existe una contraparte causal que es la realidad social interna. Realidad que también determina el carácter de la dependencia que sufre nues­tro país.

La estructura política

En este sentido exponemos las estructuras de control y poder sobre la sociedad, desde los partidos políticos instituciones cívicas, gobierno y el  estado mismo. El ESC ubicado en condiciones es­tratégicas privilegiadas en lo económico, nacional, cultural e incluso militar, ha ejercido, por estas mismas razones un dominio casi hegemónico sobre el país. El control que tiene sobre la sociedad abarca mecanismos como las instituciones cívicas, gremiales, partidos, gobierno el Estado mismo. En cambio el ESN ha sido marginado o supeditado a los intereses del eje dominante. Si bien el origen de esos privilegios políticos no es económico y nacional cultural; el ejercicio del dominio político desarrolla y sostiene los mismos privilegios que le han dado origen. Formándose así un fuerte círculo causal. El carácter escasamente articulado de la estructura económica del país, impone la acción del Estado como instrumento de integración y coordinación dirigida a la  explotación  de todo el pueblo y en beneficio de la minoría del ESC y sus aliados externos. De ahí la enorme importancia que lo político alcanza en el país. Como uno de los factores estructurales más importantes.

Esto también explica la frecuencia con que se han dado los golpes de estado; empujados por ambiciones de grupo del ESC formados circunstancialmente para enriquecerse a través del control del Estado.

El ESC a controlado diversas instituciones y organizaciones sociales siempre orientada por la necesidad de mantener sus privilegios sin embargo el influjo de la realidad mundial, siempre cambiante, estas minorías dominantes han tenido que reajustar y adoptar sus mecanismos y métodos de dominio. De ese modo, uno de los factores que más cambios a tenido es el ideológico. Los nuevos valores y concepciones han tenido que ser imitados y supuestamente asumidos por las clases dominantes. Sea liberales, conservadores, anarquistas, democristianos, fascistas, etc., etc., estas corrientes ideológicas que se pusieron de moda, cada cual a su turno, fueron mal asimilados y distorsionados en función de los intereses del ESC. Distorsiones que se hacen cada vez más evidentes cuando se trata de gobernar, tal es el caso de la UDP, frente supuestamente marxista y nacionalista. Sin embargo, no negamos la buena fe de algunos grupos o partidos del criollaje pero el carácter ajeno e insuficiente de sus recursos de interpretación de la realidad del país los empujan al pronto fracaso. Circunstancia en la cual ante el “sálvese quien pueda” priman siempre sus intereses típicos de clase. Ese es el caso de algunos partidos políticos de izquierda que en los últimos tiempos se han asimilado a los métodos y objetivos propios del ESC, a despecho de sus declaraciones ideológicas. Ese también es el origen del transfugio y la impostura de los cuadros dirigentes de los tradicionales partidos políticos; sean de izquierda o de derecha. Lamentablemente, estos estilos de comportamiento son difundidos muchas veces intencionadamente, a sectores sociales e individuos cuyo origen social es el eje nacional.
Los privilegios políticos del ESC tienen una de sus principales bases en la condición intermediaria entre el pueblo boliviano y el sistema capitalista mundial. En esta condición el criollaje   encontró en los poderes imperialistas a sus principales a-liados; y en muchos casos a su único sostén, ante el avance de las fuerzas populares. El capitalismo yanqui ha sostenido (y aun lo hace) al criollaje en el poder a través de múltiples recursos, a los cuales no es ajena la negación de los derechos hu­manos mas elementales, la represión institucionalizada, el espionaje, la corrupción de dirigentes y la misma fuerza militar. Recordemos al respecto la "Doctrina de la Seguridad Nacional" que impuso en toda América Latina gobiernos militares antide­mocráticos y antipopulares. Sirvientes fieles de las estrategias norteamericanas en su lucha contra los país marxistas y sus avanzadas en los países dependientes.
 
OBJETIVOS Y BASES SOCIALES DEL M.R.T.K.L.

El sentido histórico del MRTKL y las potencialida­des del ESN (Eje Social Nacional) dentro del marco de posibilidades resultantes de la actual realidad del país, determina los siguientes objetivos fina­les:

1.       Construir una sociedad con capacidad de desarrollo, autodeterminación y justicia social.
2.       Generar una cultura sobre la base de la combinación creadora de lo andino y otras culturas, nuestras o externas.
3.       Instaurar una nueva estructura social a partir de nuestras mejores potencialidades.
4.       Liquidar el colonialismo en su forma interna hasta:
5.       Reconstituir nuestro propio Estado: El Estado Multinacional.

El MRTKL tiene por fundamento social al ESN; se debe a él y cuenta con su concurso para el cumpli­miento de sus objetivos. Esto se explica porque el MRTKL es parte del movimiento histérico del ESN. Movimiento que se inscribe en el proceso por el cual los pueblos oprimidos y explotados del mundo buscan desarrollo con libertad y dignidad. En este sentido nuestra base social está constituida también por toda esa masa humana que a través de todo el pla­neta está luchando por un mundo más justo. El MRTKL se define por sus principios y su programa de go­bierno. Entonces, todos aquellos que con buena fe aceptan estos principios y programa, pueden partici­par de la lucha por nuestros objetivos con todos los derechos y obligaciones inherentes. Cabe hacer algunas consideraciones respecto a ciertas malintencionadas apreciaciones que quieren empañar y torcer la imagen de nuestro partido.

El MRTKL, no es sólo un partido de aymaras, que­chuas y guaraníes, porque no es una organización de tipo nacional-estatal. Tampoco es sólo una or­ganización de clase; porque no es un organismo sindical. Y menos aun es una organización racial, como se dijo, es una organización que se define por determinada composición social que se carac­teriza por la identidad de sus objetivos y méto­dos de acción

C U E S T I O N A R I O

  1. ¿Cómo tipificaría, aplicando la teoría de los Ejes Sociales, al gobierno del MNR y ADN?

  1. ¿Cómo tipificaría, aplicando la teoría de los Ejes Sociales, al MIR, MBL, PCB y otros partidos llamados de izquier­da?

  1. ¿Cómo tipificaría aplicando la teoría de los Ejes Sociales, a la COB y la CSUTCB?

  1. ¿Qué relación tiene el documento o hasta dónde se diferencia de los discur­sos de los otros grupos Kataristas co­mo el MRTKL o el MRTK, y/o indianístas como el MITKA, el PI, etc.?

  1. ¿En qué eje estarían los mestizos, los cambas, comerciantes minoristas y trans­portistas?

  1. ¿En qué eje las ubicaría a las colonias extranjeras asentadas en nuestro país, como los menonitas, los japoneses, los coreanos, los guatemaltecos, los rusos?

  1. ¿Qué es liberación y cómo alcanzarla?



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Extractada del documento Bases y  Principios del MRTKL de mayo 1985 y adaptaciones  de Junio 1987.

EDICIONES CENTRO MARKA

Trascripción a computadora: Emilio Tancara M. (Marzo 2009)

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